Los nueve retos de la logística en España

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Retos de la logística en España

En los últimos 10 años, el sector logístico en España se ha enfrentado a nuevos retos que exigen una capacidad de respuesta rápida y eficaz. La Fundación ICIL, dedicada a programas de formación en el sector de la logística, analiza los principales desafíos de la cadena de suministro en España de cara a los próximos años.

Estas son las asignaturas pendientes de la logística en España:

Gestión del transporte en la última milla: La congestión de tráfico sigue aumentando en las grandes ciudades (Madrid, Barcelona), con un efecto directo sobre la distribución urbana, al coincidir las horas punta de tráfico con el horario habitual de reparto.

Fomentar la estrategia 4R (Reducir, Reciclar, Reutilizar y Recuperar): Una de las bases para alcanzar un modelo más sostenible pasa por la utilización de materiales reciclables y reutilizables a lo largo de toda la cadena de suministro

Capacidad de respuesta ante las nuevas exigencias del consumidor: el perfil del consumidor ha cambiado, y sus patrones de comportamiento ya no son fácilmente predecibles. Las empresas se enfrentan a una mayor exigencia por parte del cliente, como consecuencia de la gran información de que dispone y que influye en su decisión de compra.

Aportar valor: La cadena de suministro debe estar enfocada a aportar valor a la compañía de forma sostenible en el tiempo. Antes de diseñar la cadena de suministro, es necesario conocer el consumidor y sus demandas.

La potenciación de transportes más sostenibles: Según datos del Ministerio de Fomento, en 2014 España gestionó un total de 1.137 millones de toneladas por carretera frente a 24 millones por ferrocarril.

Uso de vehículos más eficientes: El Gobierno ha impulsado iniciativas como el Plan PIMA Transporte Financiación, que prevé una dotación inicial de 600 millones de euros de apoyo financiero para impulsar la renovación de las flotas de transporte.

Potenciación de certificaciones en medio ambiente: La ecoetiqueta europea evalúa los efectos medioambientales de un producto a lo largo de su ciclo de vida: consumo de materias primas, producción, distribución, utilización y desecho.

Adaptabilidad y coordinación: si las funciones de las áreas de logística de las compañías continúan evolucionando, resultará fundamental que sean capaces de adaptarse de forma rápida a los nuevos comportamientos del mercado y a las demandas de sus consumidores.

Creación de sinergias: la función logística ha dejado de ser un departamento estanco, por lo que cobra relevancia la coordinación de los departamentos de logística con otras áreas, como marketing o ventas. Es indispensable la comunicación entre compañías e instituciones, ya que es la Administración la responsable del desarrollo de la legislación y las infraestructuras necesarias para conseguir los cambios que busca la empresa privada.